Categoria Cardiovascular

El colesterol alto supone un riesgo para la salud del corazón. La dieta mediterránea y ciertos hábitos culinarios te ayudarán a mantenerlo en unos niveles adecuados.

Cerca del 30 % de las muertes que se producen en España se deben a enfermedades del corazón. Al igual que el consumo de tabaco, la hipertensión o la obesidad, el colesterol constituye un factor de riesgo para la salud cardiovascular.

 

No siempre es ‘malo’

El colesterol es un componente que está presente en el organismo. Es necesario, ya que forma parte de las membranas celulares e interviene en la fabricación de moléculas como hormonas. Casi la mitad del colesterol que circula en la sangre lo produce el organismo de forma natural, mientras que el restante lo obtenemos a través de la alimentación.

Los alimentos de origen animal –mantequilla, vísceras, carnes rojas o embutidos– son, principalmente, los que más colesterol contienen. No obstante, los aceites vegetales de coco o palma, que se usan en productos procesados como bollería o en platos precocinados, también lo contienen. Además, estos alimentos son ricos en grasas saturadas, las cuales pueden causar hipercolesterolemia.

Las semillas, el aceite de oliva o el salmón aportan grasas esenciales cardiosaludables.

Se considera perjudicial cuando los niveles de colesterol total superan la media recomendable en sangre –240 mg/dl, tal y como apunta la Fundación Española del Corazón (FEC)–. Estas cifras pueden elevar al doble las posibilidades de sufrir enfermedades y accidentes cardiovasculares, como un infarto de miocardio, respecto a las personas cuyas cifras se mantienen alrededor de los 200 mg/dl.

 

Alimenta tu corazón

La dieta mediterránea es la idónea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas. También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas.

Por otra parte, la cocina al horno y al vapor son técnicas que te permiten preparar platos sin añadirles demasiada grasa –el vapor no la requiere y al horno puedes optar por aderezos de cítricos y especias, en lugar de incorporar aceite. Trata de evitar los fritos en la medida de lo posible y, al freír, utiliza aceite de oliva, rico en grasas saludables.

En cuanto al huevo, que tradicionalmente se ha considerado que elevaba las cifras de colesterol, se ha demostrado que no incide en ello y que, a pesar de ser un alimento calórico, es uno de los básicos de la dieta saludable.

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Niveles bajo control

  1. Actividad física: un programa de ejercicio aeróbico como caminar o nadar tres o cinco veces por semana y desarrollado de manera regular reduce el colesterol malo.
  2. Estatinas: un 22 % de los españoles toma estos fármacos para reducir las cifras de colesterol, según la Organización Española de Consumidores. A pesar de seguir el tratamiento indicado por el médico, hay que vigilar la dieta y hacer ejercicio.
  3. Complementos: tu farmacéutico de confianza puede aconsejarte acerca de complementos alimenticios, coadyuvantes en el tratamiento.