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La musicoterapia ayuda a relajarse y a evadir el dolor, mejora la memoria, promueve el bienestar general e incrementa la calidad de vida.

Los egipcios ya utilizaban la música como agente para sanar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma. Hoy, la musicoterapia se practica como una terapia complementaria en trastornos neurológicos como el alzhéimer, el autismo o la depresión, y produce efectos positivos en patologías como el estrés, los dolores crónicos, las lesiones físicas, etc. “La música no cura, pero ayuda a mejorar la calidad de vida del paciente y se entiende como un estímulo para ayudarlo a realizar aquellas acciones que le suponen alguna dificultad”, apunta Maria Soria, psicóloga y experta en musicoterapia.

Promover el bienestar

 

La musicoterapia clínica consiste en el uso de la música en programas personalizados en los que se busca una mejora física, psicológica, cognitiva o social del paciente. Se ha demostrado que promueve el bienestar general, ayuda a manejar el estrés y a reducir la ansiedad, alivia el dolor en patologías como la fibromialgia, mejora la respiración y permite equilibrar la presión arterial. La música también ayuda a expresar mejor los sentimientos, a mejorar la comunicación y la memoria, especialmente en personas mayores, a la vez que promueve la actividad física y la relajación muscular. La doctora Serana Poch, iniciadora de la musicoterapia en España, remarca la influencia positiva que ejerce la música, especialmente en niños autistas y enfermos
mentales. “A través de la musicoterapia podemos ayudar a las personas enfermas a conectar y a abrirse, a que expresen sus emociones y sentimientos”.

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Técnicas de musicoterapia

 

Audición, relajación y baños sonoros

Consiste en escuchar música específicamente seleccionada, presentada en vivo o grabada, en función de los parámetros musicales, las preferencias del paciente y los objetivos terapéuticos.

Movimiento y danza
Son ejercicios físicos dirigidos o semidirigidos para estimular, liberar o canalizar la tensión muscular y promover la expresión a través del cuerpo.

Improvisación vocal e instrumental
Se utiliza la voz o también instrumentos musicales para expresar de forma no verbal los sentimientos y potenciar la creatividad y la espontaneidad compartida.

Canto
Se emplean canciones y ejercicios vocales como medio de expresión y canalización de tensiones internas.

La música es una forma de estimulación sensorial que genera respuestas positivas.

Dependiendo del paciente se utilizan unas técnicas u otras. Con pacientes en coma se trabaja la escucha y el estímulo musical, observando si parpadean o si hay algún cambio. En los niños autistas se emplean instrumentos, canciones, ritmos y se busca fomentar la comunicación a través de actividades musicales. Cuando se practica con personas mayores, se utilizan sus canciones preferidas para reforzar la memoria, el habla, las emociones, trabajar los sentimientos, etc., mientras que si la persona tiene párkinson se trabaja a través de ritmos –valses, tangos, boleros, etc.– para que el paciente controle el cuerpo, entre otras acciones.

 

Alcanzar un estado óptimo

 

Para participar en un programa de musicoterapia no es necesario que el paciente tenga conocimientos de música. En la primera sesión se le pregunta acerca de sus gustos musicales, y también sobre los sonidos que no le agradan o que le provocan malestar para que el repertorio musical sea lo más afín y atractivo posible. “Cada persona tiene su música, aquella que la relaja, la emociona y que le permitirá cambiar de actitud. Para saber qué música es la que mejor puede ayudar a un enfermo mental o a un niño autista, por ejemplo, es necesario observar sus reacciones, cómo se encuentra y cómo evoluciona”, apunta la doctora Serana Poch.

 

Niños y jóvenes

La musicoterapia es de gran ayuda en niños y jóvenes. Actualmente se utilizan actividades musicales para fomentar el desarrollo de las habilidades motoras, comunicativas, cognitivas y sociales, lo que permite agilizar la respuesta motora, abrir canales de comunicación, fomentar el aprendizaje de conceptos académicos e incrementar la autoestima y la confianza.