Nuevas propiedades de la glicerina, nuevos antioxidantes (flavonoides o polifenoles), consolidación de los mejores activos antienvejecimiento (tretinoina), combinación de sustancias para conseguir más efectividad y mejor vehiculación de los activos gracias a la nanotecnología. Descubre el último en el campo de la investigación cosmética.

Retrasar y prevenir el envejecimiento de la piel es el objetivo de la mayoría de las fórmulas cosméticas. Según ha explicado la doctora Elia Roó Rodríguez, del Servicio de Dermatología Estética en el Hospital Sur de Madrid y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) , en la XXII Reunión del grupo Español de Dermatología Cosmética y Terapéutica organizada en Granada, si nos fijamos en su composición, tanto si es un fotoprotector, una crema antienvejecimiento, un antioxidante tópico o un sérum, todos tienen un denominador común: ser hidratante cutáneo.

Y es que la hidratación y la integridad de la barrera epidérmica son imprescindibles para mantener una piel sana. Por eso, en los cosméticos se incluyen sustancias con una función oclusiva que impide la pérdida de agua, como la parafina o la dimeticona, o una función humectante como la de la glicerina. Hasta ahora estas sustancias se consideraban vehículos que permitían la incorporación de otros activos con poder antienvejecimiento más alto. Actualmente se sabe que, además, tienen una función activa, puesto que estimulan la síntesis de lípidos de la epidermis, y en el caso de la glicerina, modula los canales del calcio (aquaporina 3), lo que la convierte en un ingrediente activo a la hora de mantener el balance de agua epidérmica y mejorar la elasticidad y la apariencia de las arrugas finas provocadas por la deshidratación.

 

Contra el fotoenvejecimiento

 

Según ha manifestado la doctora Elia Roó, la radiación ultravioleta malogra el ADN celular, oxida las proteínas y degrada la matriz extracelular. Para prevenir y tratar el fotoenvejecimiento, prevenir los efectos agudos del sol y algunos tipos de cánceres, los fotoprotectores tópicos incorporan a los filtros físicos y químicos agentes antioxidantes, algunos de clásicos como las vitaminas C y E , y otros más nuevos como los flavonoides y polifenoles de origen vegetal , como también reparadores del ADN como las fotoliasas, los oligonucleótidos de timidina, etc.

Hay estudios científicos que avalan el poder antioxidante de las vitaminas A, B3, C y E , de forma que según la doctora Roó, se recomienda la aplicación tópica. A veces el inconveniente es que la concentración no es la adecuada o el producto no es estable.

 

Cosmética natural

 

Teniendo en cuenta todo esto, los últimos años ha adquirido un gran interés la investigación de antioxidantes de origen vegetal que se han incorporado a la mayoría de las nuevas formulaciones cosméticas.

Los flavonoides son pigmentos naturales de los vegetales que protegen ante el daño producido por la radiación ultravioleta. El organismo humano no puede producirlos y, por eso, solo se pueden obtener a través de la alimentación o en forma de suplementos. Hay más de cinco mil flavonoides como la silimarina o la isoflavona de soja, y otros que se obtienen de extractos vegetales como el picnogenol, el extracto de granada, el extracto de té verde, etc.

Otros activos de origen vegetal como el resveratrol o los ácidos hidroxicinàmics (ácido ferúlico y cafeico) también han demostrado su efecto antioxidante. Por lo tanto, hay muchas sustancias antioxidantes de origen vegetal que se han incorporado a los cosméticos tópicos, que han dado lugar a los llamados «cosméticos naturales». Sin embargo, en muchos casos, la mayoría de los estudios sobre su eficacia han sido realizados «in vitro», y desde el punto de vista científico no hay estudios clínicos que avalen la eficacia.

Los de toda la vida

 

El mejor activo antienvejecimiento sigue siendo el ácido transretinoico o tretinoina. También otro retinoide, el tazaroteno en forma de gel o crema ha demostrado su eficacia en la disminución de las arrugas y los cambios de pigmentación propios del fotoenvejecimiento. Su inconveniente más importante es que irritan la piel con frecuencia y, sobre todo, con la exposición al sol. Sus derivados, como el retinol, son menos irritantes pero veinte veces menos eficaces.

Uno de los ingredientes más investigados los últimos años es un antioxidante con una potente actividad antiinflamatoria: la vitamina B3 o niacinamida, que ha demostrado ser eficaz al mejorar la función de barrera epidérmica, reducir la pigmentación cutánea y también mejorar el acné y la rosácea.

Mejor, combinados

 

Combinar sustancias, la mayoría de efecto antioxidante, para potenciar sus efectos es la tendencia de los últimos años. Se conoce que la combinación de vitaminas C y E aumenta la eficacia, respecto de cuando se usan por separado, y también si se añade ácido ferúlico .

Un estudio clínico muestra que la combinación de niacinamida, péptidos y retinil propionato consigue una eficacia parecida a la tretinoina al 2%, sin el inconveniente de la irritación.

 

La nanotecnología: ¿qué es?

 

La investigación en nuevos vehículos que permitan una mayor penetración y estabilidad de los principios activos se centra actualmente en la nanotecnología, que utiliza nanopartículas en las que se encapsulan los ingredientes para que se liberen de una manera controlada. El método implica la manipulación de estructuras a escala molecular y puede cambiar el comportamiento de los materiales. Poco a poco se ha empezado a usar tanto en la medicina como en la industria de los cosméticos, y también en los discos de ordenador en los cuales potencia la capacidad de almacenamiento de información.