Muy de moda en los últimos tiempos, la seta es un producto apreciado dentro de nuestra gastronomía y uno de los principales ingredientes de los menús de esta temporada. Aporta vitaminas y minerales y muy pocas calorías.

Un 90% de las setas es agua, cosa que significa que no tienen calorías ni grasas. Aportan pocos hidratos de carbono y fibra. Contienen vitaminas B2, B3 y D2 y minerales (yodo, potasio, hierro, cobre, fósforo y calcio).

Son buenos para las embarazadas y para el crecimiento de los niños. Favorecen el tráfico intestinal y refuerzan el sistema inmunitario, los dientes, los huesos y las mucosas. Contribuyen al buen funcionamiento de la tiroides.

Son productos de temporada que se hacen a la brasa, a la plancha, al vapor, estofados o crudos (champiñón) en carpaccio o ensaladas.

Las setas son saludables, no engordan y aportan vitaminas y minerales. Se pueden cocinar infinidad de gustosas recetas.

Propiedades

  1. Defensas Fortalecen el sistema inmune creando defensas y generando anticuerpos. Favorecen la producción de glóbulos rojos y blancos.
  2. Diurético y laxante El potasio contribuye a eliminar los líquidos corporales, y la fibra favorece el tráfico intestinal, por eso se recomiendan para combatir el estreñimiento.
  3. Antioxidante El alto contenido en selenio de algunas setas hace que sean antioxidantes y ralentizan la degeneración de las células debida a los radicales libres.

Conservación para disfrutar todo el año

  • Desecados. Limpiad las setas con un trapo, sin agua. Cortadlos a lonchas finas y extendedlos sobre papel de cocina. Cubridlos con una tela fina y dejadlos en un lugar aireado pero sin luz. Antes de consumirlos se deben poner en remojo.
  • En aceite. Deben ser grandes, carnosos y frescos. Limpiadlos con agua, escaldarlos 2 minutos y dejarlos enfriar. Añadir sal y hierbas aromáticas y meterlos en un bote lleno de aceite.
  • Congelados. Lavadlos, cortadlos a lonchas y escaldadlos 2 minutos. Una vez secos, ponedlos en bolsas en el congelador.