La carencia de una adecuada ingesta de líquidos puede provocar cansancio, dolor de cabeza, rampas musculares, náuseas, aumento del ritmo cardíaco o empeoramiento de algunas dolencias. Si hidratarse correctamente es importante todo el año, en verano es vital. Una correcta hidratación favorece muchas funciones fisiológicas como la digestión, la respiración o la termoregulació, y afecta el rendimiento físico y mental. Por el contrario, la deshidratación tiene como consecuencia cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general, rampas musculares, náuseas, aumento del ritmo cardíaco, o empeoramiento tanto de la hipotensión como de la hipertensión, además de agravar algunas dolencias. Igualmente la piel es muy sensible a la deshidratación. Contiene alrededor de un 70% de agua, lo que supone entre un 25 y un 35% del total de la que hay en el organismo. Pero estos niveles hídricos se pierden fácilmente.

¿Cuánta agua necesitamos?

Condiciones climáticas como el frío, la sequedad, el calor intenso, la polución, el aire acondicionado, etc. influyen de manera decisiva en la piel, y provocan un constante deterioro. Todo esto hace necesaria la aportación de líquidos a lo largo de todo el día, para mantener un equilibrio hídrico adecuado, de forma que las pérdidas se compensen por medio de la ingesta de diferentes bebidas y alimentos. Sin embargo, las necesidades de hidratación varían según el sexo, la edad, la actividad física o las condiciones de temperatura y humedad. Para lograr una adecuada hidratación, el Observatorio por la Hidratación y Salud (OHS) recomienda tomar bebidas que incluyan, además de agua, zumos, refrescos, infusiones, lácteos, etc. Se ha demostrado en estudios científicos que las bebidas con buen gusto hacen más fácil y deseable la acción de beber.  

¿Sabías que…

… estar muy hidratada es esencial para la salud? La hidratación interviene en la mayoría de las funciones orgánicas, en el rendimiento físico y mental… Por eso, hay que beber siempre la cantidad diaria necesaria y aumentar la ingesta de líquidos cuando las pérdidas sean más grandes por el aumento de la temperatura, de la actividad física, etc. … el balance hídrico del organismo tiene que ser equilibrado? Hay que reponer los líquidos que se pierden a lo largo del día por medio de una variedad de bebidas. Los alimentos también aportan agua al organismo, sobre todo algunos como frutas, verduras y hortalizas que tienen un gran contenido hídrico. … no hay que esperar a tener sed para beber? La sed se manifiesta cuando ya hay una cierta deshidratación. Por eso, hay que anticiparse a la sensación de sed y beber pequeñas cantidades de líquido a lo largo del día. .. incluir variedad de bebidas ayuda a lograr los niveles mínimos diarios de líquido? Optar por diferentes bebidas a lo largo del día hace más deseable y divertido el hábito de beber. Además de agua, los refrescos, las infusiones, los lácteos o los caldos, hidratan el organismo. … al realizar deporte aumenta el riesgo de deshidratación? Al realizar un esfuerzo físico se pierden líquidos a través del sudor pero también electrólitos y azúcares. Los especialistas recomiendan beber antes, durante y después del ejercicio y optar por bebidas que ayuden a la rehidratación aportando sales minerales y glucosa, como las bebidas para deportistas. … el alcohol deshidrata? El alcohol tiene propiedades diuréticas, de forma que aumenta las pérdidas de líquidos en el organismo. … la piel también necesita beber? Una correcta hidratación beneficia la salud de la epidermis, puesto que ayuda a conservar la elasticidad, tono y suavidad.  

El alcohol NO ayuda

El consumo de alcohol puede ser perjudicial incluso consumido en pequeñas cantidades, especialmente si se hace en verano o si lo consume un deportista. «Su consumo provoca disminución del tiempo de reacción, de la coordinación ojo-mano y ojo-pie, de la precisión y el equilibrio, todas ellas calidades esenciales en deportes en que la destreza y la técnica influyen de manera determinante en el rendimiento», indica el doctor Serratosa, miembro de los servicios médicos del Real Madrid. Algunos estudios demuestran que los efectos negativos del alcohol pueden incluso persistir durante las 24 horas siguientes a la ingesta. Además, el alcohol disminuye nuestra capacidad de resistencia por sus efectos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono (hace reducir la disponibilidad de glucosa en la sangre), sobre el sistema cardiovascular (puede disminuir la contractilidad del corazón y por tanto su capacidad para enviar oxígeno al resto de nuestro organismo) y sobre la capacidad de termoregulación (por su efecto vasodilatador que favorece la pérdida de calor). Según este experto, después de una ingesta cuantiosa, los síntomas típicos de la resaca tienen relación sobre todo con la deshidratación, pero también se puede comprobar un incremento de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial, una función ventricular disminuida y un desequilibrio ácido-base. «Y la ingesta crónica de cantidades importantes de alcohol se asocia a múltiples déficits nutricionales y también a patología muscular, hepática, cardíaca y cáncer», añade el doctor Serratosa. Finalmente, aclara que los riesgos para la salud no derivan de la graduación de la bebida, sino de su contenido alcohólico y de la cantidad final de alcohol puro tomada.