Es una de las actividades deportivas más beneficiosas para mantener la salud, para lucir una buena imagen corporal y para poder hacer las tareas diarias con energía, sin sentirnos cansados. Y cada vez gana más adeptos.

Toma de contacto

Las clases acostumbran a durar entre 45 y 60 minutos. Se inician con una toma de contacto con el agua mientras el profesor explica en que consistirán los ejercicios y cuales son los beneficios sobre la salud.

Relajación

Al finalizar los ejercicios, se reservan unos minutos para la relajación y la meditación. De este modo, el individuo que acude a la piscina sale más contento, relajado y más abierto a las relaciones sociales.

Movimientos fáciles

Favorece una relajación de la musculatura, puesto que los centros nerviosos se relajan. También ayuda a las personas con obesidad, puesto que la liberación del peso dentro del agua les facilita el movimiento.

Menos impacto

El agua disminuye el impacto de las articulaciones en el suelo y la tensión. De este modo, se puede practicar de forma más frecuente e, incluso, con sesiones más prolongadas sin tener miedo de hacernos daño.

Resistencia del agua

Los flujos de frenada y de succión del agua dificultan el movimiento del cuerpo y hacen que esta actividad sea una práctica excelente para el desarrollo de la resistencia y la tonificación muscular.

Termoregulación

La pérdida de calor en el medio acuático es 25 veces superior a la del medio terrestre, por eso, favorece a aquellas personas que no están acostumbradas a la sudoración y al aumento de la temperatura.

El aquagym hace que aumente la motivación y la autoestima y facilita las relaciones sociales.