Los aceites esenciales se pueden aplicar por vía tópica, oral o inhalados. Dependiendo del método de aplicación elegido, el aceite utiliza una vía principal para su combinación con el cuerpo.

Si se aplica por vía tópica, la ruta utilizada para transportarse es a través del torrente sanguíneo hasta llegar a la célula. Si se hace por vía oral, es a través de la metabolización en el hígado, y si se hace por vía inhalatoria es a través de la interacción con el sistema hipotalámico-endocrino y el sistema límbico. Estas son las rutas principales que utilizan los aceites esenciales, pero también existen vías secundarias que también son importantes como es la vía olfativa, por ejemplo, cuando aplicamos el aceite esencial en forma de masaje en la piel.

Los aceites esencial tienen una capacidad única de penetrar en las membranas celulares y propagarse por la sangre y los tejidos. Debido a la estructura única y liposoluble de los aceites esenciales y que sus moléculas son relativamente pequeñas con gran habilidad para penetrar en las células, los aceites esenciales aplicados de forma tópica, viajan por el organismo en cuestión de minutos.

Es importante destacar que los aceites esenciales no afectan el equilibrio natural del cuerpo. Si un componente ejerce un efecto muy fuerte, otro componente es capaz de bloquearlo o contrarrestarlo.